Agua lunar
Los científicos han anunciado la impresionante noticia de que hay agua en la Luna. Dicen que la Luna puede contener agua en más lugares y en mayor cantidad de lo que se pensaba. Los científicos son de la NASA, en Estados Unidos. Basándose en un análisis detallado de dos estudios distintos, confirmaron la presencia de moléculas de agua en la cara de la Luna que podemos ver. Se pensaba que el hielo existía en la cara oscura de la Luna, que está permanentemente bloqueada de la luz solar. Sin embargo, la NASA dijo que encontró agua en las partes iluminadas por el sol de la superficie lunar. La agencia espacial dice que identificó un tercio de litro de agua en una zona. No era suficiente para formar hielo, ya que las moléculas estaban atrapadas en un metro cúbico de roca.
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El descubrimiento de la NASA podría allanar el camino para una mayor exploración espacial. Podría cambiar las reglas del juego en la búsqueda de la exploración de los cielos. Podría acelerar la construcción de bases permanentes en la Luna, ya que abre la posibilidad de que haya una fuente sostenible de agua potable. Ésta podría convertirse algún día en combustible para cohetes. Un portavoz de la NASA explicó la importancia del descubrimiento. Dijo: “El agua es extremadamente crítica para la exploración del espacio profundo. Es un recurso de valor directo para nuestros astronautas. Cada vez que no necesitamos empacar agua para nuestro viaje, tenemos la oportunidad de llevar otros artículos útiles”. Eso significa que los astronautas podrían transportar materiales para realizar experimentos científicos de mayor envergadura.
¿Hay agua en Marte?
Saltar al contenido Si aún no lo sabe: Sí, hay agua en la Luna. La NASA sugiere que hay hasta 600 millones de toneladas métricas de hielo de agua, que algún día podrían ayudar a los colonos lunares a sobrevivir. Incluso podría convertirse en una forma asequible de combustible para cohetes (sólo hay que dividir el agua en oxígeno e hidrógeno, y listo: tienes propulsión para los vuelos espaciales). Por desgracia, nunca se ha sabido cuánta agua hay realmente en la Luna, dónde se almacenan exactamente esas reservas o cómo acceder a ella y cosecharla. Los científicos tampoco han entendido nunca cómo se originó el agua allí. Todavía no tenemos respuestas a estas preguntas, pero dos nuevos estudios publicados hoy en Nature Astronomy sugieren que el agua en la Luna no está tan escondida como los científicos pensaban. A través del espejo El primer estudio informa de la detección de moléculas de agua en las superficies lunares expuestas a la luz solar cerca del cráter Clavius, de 231 kilómetros de longitud, gracias a las observaciones realizadas por el Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja (SOFIA) dirigido por la NASA y el Centro Aeroespacial Alemán. Durante mucho tiempo se ha pensado que el agua tendría más posibilidades de permanecer estable en regiones de la Luna, como los grandes cráteres, que están permanentemente cubiertas de sombras. Los investigadores pensaron que estas regiones y el agua que contenían estarían protegidas de las alteraciones de temperatura inducidas por los rayos solares.
Luna
Desde entonces, numerosas misiones han realizado detecciones similares, incluidas nuestras misiones Lunar Reconnaissance Orbiter y LCROSS. La mayoría de las señales proceden de regiones permanentemente ensombrecidas, cráteres situados en los polos de la Luna que nunca ven la luz del sol. Estas zonas son tan frías que el agua que contienen queda atrapada y no puede evaporarse.
Este descubrimiento desafía nuestra comprensión de cómo se comporta el agua en la Luna. Pensábamos que el agua de la parte iluminada por el sol se habría evaporado, ¡pero la hemos encontrado! Ahora profundizaremos en cómo se crea esta agua y cómo persiste.
¿Es potable el agua de la luna?
El Observatorio Estratosférico para la Astronomía Infrarroja (SOFIA) de la NASA ha confirmado recientemente la presencia de agua en la superficie lunar, concretamente en la zona iluminada por el sol. En las siguientes líneas, discutiremos las múltiples implicaciones de este hallazgo, tanto para futuras misiones espaciales como para una futura colonización del satélite natural de la Tierra.
El satélite natural de nuestro planeta ha marcado la historia de la humanidad. Aristarco de Samos calculó su tamaño y distancia hace 23 siglos, con un error de sólo un tercio del valor real. Más tarde, Galileo Galilei la observó con su telescopio y dibujó los primeros mapas de sus cráteres y montañas. Y hoy, la Luna sigue generando la misma mezcla de curiosidad y fascinación, con una proliferación de misiones, investigaciones y descubrimientos.
La exploración de la superficie lunar comenzó hace más de 60 años. El módulo Luna 2, una sonda lanzada por la Unión Soviética, llegó al satélite en 1959. Pero el mayor hito llegó diez años después, en 1969, cuando la misión estadounidense Apolo 11 completó con éxito el viaje que puso a los humanos -Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins- en la Luna por primera vez.