Miedo o aversión al agua

Hidrofobia

La mayoría de nosotros tiene algún grado de miedo cuando se trata del agua. Normalmente, superamos esos miedos o aprendemos formas de afrontarlos. Pero si tienes acuafobia, o el miedo al agua, vives con una cantidad persistente y anormal de miedo y ansiedad que te impide incluso acercarte al agua.

La acuafobia es una fobia específica. Se trata de un miedo irracional a algo que no causa mucho peligro. Puede tener acuafobia si encuentra que cualquier fuente de agua le causa una cantidad excesiva de ansiedad. Esto puede incluir una piscina, un lago, un océano o incluso una bañera.

Ver el agua puede desencadenar un miedo y una ansiedad intensos en una persona con acuafobia. Puede tratarse de una cantidad de agua muy pequeña, como la que se encuentra en el lavabo del baño, o de una gran masa de agua, como un océano. La cantidad de agua no es lo que causa la fobia. Es el agua en sí misma la que crea el miedo y la ansiedad resultante.

Las causas de las fobias específicas no se conocen bien. Sin embargo, hay algunas pruebas de que las fobias pueden heredarse genéticamente. Si tienes un familiar que padece una enfermedad mental, como ansiedad u otras fobias, puedes correr el riesgo de desarrollar una fobia.

Miedo al agua por la rabia

La acuafobia se considera una fobia específica de tipo ambiente natural en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Una fobia específica es un miedo intenso a algo que representa poco o ningún peligro real[2].

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Un estudio de datos epidemiológicos de 22 países de ingresos bajos, medios-bajos, medios-altos y altos reveló que el “miedo a las aguas tranquilas o a los fenómenos meteorológicos” tenía una prevalencia del 2,3%, en todos los países; en EE.UU. la prevalencia era del 4,3%. [6] En un artículo sobre los trastornos de ansiedad, Lindal y Stefansson sugieren que la acuafobia puede afectar hasta al 1,8% de la población islandesa en general, es decir, a casi una de cada cincuenta personas. 7] En Estados Unidos, el 46% de los adultos estadounidenses tienen miedo al agua profunda de las piscinas y el 64% a las aguas abiertas profundas. 8]

Las fobias específicas son un tipo de trastorno de ansiedad en el que la persona puede sentirse extremadamente ansiosa o tener un ataque de pánico cuando se expone al objeto que teme. Las fobias específicas son un trastorno mental común[9].

Los psicólogos indican que la acuafobia se manifiesta en las personas a través de una combinación de factores experienciales y genéticos[10] Cinco causas comunes de la acuafobia: miedo instintivo a ahogarse, haber experimentado un incidente de horror personal, tener un padre/padre sobreprotector con acuafobia, dificultad psicológica para adaptarse al agua y falta de confianza en el agua. [11]

Miedo a las relaciones

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Ambos parecen representar un miedo irracional al agua. Mi propia investigación sugiere que la hidrofobia se utiliza a menudo como un término médico para describir un cambio de estado mental (advertencia, no es un vídeo agradable) asociado con la rabia, pero ciertamente no parece ser utilizado exclusivamente para ese propósito.

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No hay ninguna diferencia “fundamental” entre la acuafobia y la hidrofobia -ambas significan miedo (irracional) al agua-, salvo que en la primera, las dos palabras raíz son de origen latino y griego (respectivamente), y en la segunda, ambas palabras raíz proceden del griego.

Hidrofobia es el único término utilizado para el fenómeno de los espasmos faríngeos que se producen en los mamíferos infectados por el virus de la rabia. La dificultad para tragar se traduce en el babeo de un exceso de saliva en lugar de la deglución, y en una aversión a los líquidos, que fue etiquetada (no con demasiada precisión) como “hidrofobia”.

Talasofobia

A tu pequeño bebé acuático le encanta el baño, todos los días se mete en la bañera y salpica y juega con alegría. Y un día, aparentemente de la nada, se niega a acercarse a la bañera: “¡No hay baño! No, no, no, no, no”.

Resulta que el miedo al baño (llamado ablutofobia) y al agua es una fobia muy común en los niños pequeños, y suele aparecer en torno a los 1-2 años. Hay una razón para ello: Durante estos años de rápido crecimiento del cerebro, los niños pequeños desarrollan lo que parece una hiperconciencia de su entorno. Sus cerebros se iluminan literalmente con nueva información.

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Por eso es importante tratar el miedo al baño con empatía y cuidado, aunque puede ser un comportamiento difícil de superar. El miedo al baño puede durar semanas o incluso meses, lo que hace que muchos padres se pregunten si están criando a un marinero de por vida.

No temas: Esto también pasará. Tu hijo no está sufriendo un trastorno de ansiedad grave. Volveréis a chapotear juntos. A continuación te explicamos cómo gestionar este periodo de tiempo con positividad (y mantener a tu hijo limpio también).

Por James Ávalos Escobedo

Soy James Ávalos Escobedo, fotógrafo profesional y ganador de diferentes concursos de fotografía. Me gusta mucho en especial sacar fotos de animales y paisajes, pero en mi empresa también nos dedicamos a sacar fotos en eventos especiales.

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