Kepler-186f
Kepler-452b (a veces citado como una Tierra 2.0 o Primo de la Tierra[3][4] en base a sus características; también conocido por su designación de Objeto de Interés Kepler KOI-7016.01) es un exoplaneta super-Tierra que orbita dentro del borde interior de la zona habitable de la estrella similar al sol Kepler-452 y es el único planeta del sistema descubierto por Kepler. Se encuentra a unos 1.800 años luz (550 pc)[5] de la Tierra en la constelación de Cygnus.
Kepler-452b orbita su estrella a una distancia de 1,04 UA (156 millones de km) de su estrella anfitriona (casi la misma distancia que la Tierra al Sol), con un período orbital de aproximadamente 384 días, tiene una masa de al menos cinco veces la de la Tierra y un radio de aproximadamente 1,5 veces el de la Tierra. Se trata del primer planeta potencialmente rocoso supertierra[5] descubierto en órbita dentro de la zona habitable de una estrella muy similar al Sol[6]. Sin embargo, se desconoce si es totalmente habitable, ya que recibe algo más de energía que la Tierra y podría estar sometido a un efecto invernadero desbocado.
El planeta más parecido a la Tierra
Un nuevo planeta a 100 años luz de distancia podría ser apto para la vida Es uno de los dos nuevos planetas que se han encontrado recientemente a unos 100 años luz de la Tierra, ambos tardan sólo días en orbitar alrededor de su propio sol.
Los telescopios del Observatorio Austral SPECULOOS en el desierto de Atacama, Chile. Los telescopios se utilizaron para confirmar y caracterizar un nuevo planeta descubierto por la NASA, lo que condujo al descubrimiento de otro planeta cercano.
Los telescopios del Observatorio Austral SPECULOOS en el desierto de Atacama, Chile. Los telescopios se utilizaron para confirmar y caracterizar un nuevo planeta descubierto por la NASA, lo que condujo al descubrimiento de otro planeta cercano.
Un equipo internacional de científicos afirma haber descubierto dos nuevos planetas del tipo “supertierra” a unos 100 años luz de distancia, uno de los cuales podría ser apto para la vida. A diferencia de los planetas de nuestro sistema solar, las casi 1.600 supertierras conocidas son más grandes que la Tierra, pero más ligeras que los planetas helados como Urano y Neptuno.
Francisco Pozuelos, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía y uno de los principales coautores del trabajo, dijo en un comunicado de prensa que el planeta podría ser apto para la vida a pesar de estar a sólo 3,7 millones de millas de su sol. La Tierra, en comparación, se encuentra a más de 93 millones de millas de nuestro sol. “Aunque este planeta orbita muy cerca de su estrella, a una distancia unas 10 veces menor que la de Mercurio alrededor de nuestro Sol, la cantidad de irradiación estelar que recibe sigue siendo baja, y podría permitir la presencia de agua líquida en la superficie del planeta, siempre que tenga una atmósfera suficiente”, dijo Pozuelos. “Esto se debe a que la estrella LP 890-9 es unas 6,5 veces más pequeña que el Sol y tiene una temperatura superficial que es la mitad de la de nuestra estrella”.
Planetas superhabitables
Es increíble que el ser humano haya descubierto cómo encontrar exoplanetas. Tienen el mismo tamaño que los planetas de nuestro sistema solar, pero están a billones de kilómetros de distancia. ¿Has mirado alguna vez Venus, Marte o Júpiter a través de un telescopio? Incluso entonces parecen diminutos. El exoplaneta más cercano, Próxima B, está a 4 años luz. Eso es 24 trillones de millas. Marte, en comparación, está sólo a unos 35 millones de millas. Los astrónomos confirmaron el primer exoplaneta hace apenas 30 años, en 1992.
El método de tránsito para encontrar exoplanetas es la forma más común de descubrir exoplanetas. Este método ha permitido descubrir más de la mitad de los exoplanetas. Cuando un exoplaneta pasa entre uno de nuestros telescopios y la estrella de su sistema solar, el planeta atenúa ligeramente la luz de esa estrella al ser observado por el telescopio.
Pruébalo tú mismo. Si sostienes algo delante de la bombilla de una lámpara, la luz que sale de ella se vuelve más tenue para tus ojos. Dado que los planetas son mucho más pequeños que las estrellas, este efecto es mucho más sutil que su experimento. Sin embargo, nuestros sensibles instrumentos astronómicos pueden captar esas sutilísimas diferencias de luz. Cuanto más grande es un planeta, más luz bloquea. Esto significa que los planetas más grandes son más fáciles de descubrir.
Planeta Tierra
“Nuestra Vía Láctea tiene hasta 400.000 millones de estrellas, de las cuales el 7% son de tipo G”, observó Jaymie Matthews, coautor del estudio y astrónomo de la UBC, en un comunicado. “¿Cuántas estrellas de tipo solar pueden albergar un planeta similar a la Tierra? El equipo de investigación de la UBC afirma que podría haber un exoplaneta similar a la Tierra por cada cinco estrellas de tipo G en la Vía Láctea. Las estimaciones anteriores sobre la existencia de planetas similares a la Tierra oscilan entre unos 0,02 planetas potencialmente habitables por cada estrella de tipo G y más de uno por cada estrella de tipo G. “Mis cálculos sitúan un límite superior de 0,18 planetas similares a la Tierra por estrella de tipo G”, señaló la coautora e investigadora de la UBC Michelle Kunimoto. Ella había descubierto anteriormente 17 exoplanetas.
La investigación se centró en los planetas similares a la Tierra que probablemente no se detectan en la búsqueda debido a su pequeño tamaño y a la gran distancia a la que se encuentran de su estrella. Kunimoto encontró los planetas utilizando un nuevo método de búsqueda. “Empecé por simular toda la población de exoplanetas alrededor de las estrellas que buscaba Kepler”, explicó. “Marqué cada planeta como ‘detectado’ o ‘perdido’, dependiendo de la probabilidad de que mi algoritmo de búsqueda de planetas los hubiera encontrado. A continuación, comparé los planetas detectados con mi catálogo real de planetas. Si la simulación producía una coincidencia cercana, entonces la población inicial era probablemente una buena representación de la población real de planetas que orbitan esas estrellas.”