Bebé con respiración abdominal
¿Has notado alguna vez que tu hijo empieza a mostrarse abrumado, agitado o decepcionado y temes que se dirija hacia una crisis? Una habilidad eficaz que puedes practicar con tu hijo para ayudarle a afrontar las emociones difíciles es la llamada respiración diafragmática, o respiración abdominal.
Cuando nos sentimos estresados o abrumados, nuestro cuerpo entra en modo de lucha o huida para prepararse a combatir el estrés o huir de él. Cuando está en modo de lucha o huida, nuestro cuerpo moviliza la energía y nuestra respiración consiste en respiraciones cortas y poco profundas. Aunque este tipo de respiración es útil cuando nos enfrentamos a una amenaza física, como un león que nos persigue, la respiración superficial persistente puede tener un impacto negativo en la salud física y mental.
Notarás que tu vientre se expande como un globo que se llena de aire al inspirar y luego se desinfla como un globo que pierde aire al espirar. La respiración abdominal puede ayudar a calmarnos al ralentizar nuestra respiración, reducir nuestro ritmo cardíaco y fomentar la respuesta de relajación del cuerpo.
Beneficios de la respiración abdominal
Problemas respiratorios en los niños Los problemas respiratorios en los niños pueden tener diferentes causas. En esta página te explicamos qué signos debes observar en tu hijo y qué pueden significar.
Si su hijo tiene la nariz tapada o moquea, o sus estornudos se deben a una alergia, es posible que también tenga problemas para dormir. No es habitual que la temperatura sea alta cuando los mocos o la obstrucción nasal están causados por la alergia.
La tos más persistente puede deberse a un resfriado o a una infección vírica que suele desaparecer en pocos días. Algunas toses continúan durante algunas semanas después de que la infección haya desaparecido. Los medicamentos comunes para la tos no la detienen y no se recomiendan para los niños. Si tu hijo tiene más de un año, puedes darle miel para aliviar su garganta. El NHS aconseja preparar una bebida caliente de miel y limón.
Esto puede ser un signo de una infección pulmonar, como la bronquiolitis o la neumonía. Todos los niños son diferentes, y lo más importante es vigilar si tu hijo respira constantemente más rápido de lo habitual, o respira rápidamente, con dificultad para respirar y jadea.
Vídeo de respiración abdominal
Sin embargo, nuestro patrón de respiración se altera en cuanto a patrón y ritmo en diferentes momentos del día y en diferentes estados emocionales, por ejemplo: suspirar en la desesperación, jadear con el agotamiento, contener la respiración en el miedo y el terror.
Cuando inspiramos (inhalación), nuestro diafragma se contrae, se aplana y se desplaza hacia abajo, aspirando aire hacia los pulmones. Cuando el diafragma se mueve hacia abajo, empuja el contenido abdominal hacia abajo, lo que obliga a la pared abdominal a salir.
Si tu hijo es mayor, puede probar la respiración abdominal sentado o de pie, de modo que pueda utilizar este tipo de respiración para calmarse cuando se sienta ansioso o estresado. A continuación te ofrecemos un ejercicio que tu hijo puede practicar para respirar boca abajo sentado (antes de empezar un examen, por ejemplo).
Cómo enseñar la respiración abdominal
El diafragma, un músculo en forma de cúpula situado en la base de los pulmones, desempeña un papel importante en la respiración, aunque no seas consciente de ello. Al inhalar, el diafragma se contrae (se tensa) y se desplaza hacia abajo. Esto crea más espacio en la cavidad torácica, permitiendo que los pulmones se expandan. Al exhalar, ocurre lo contrario: el diafragma se relaja y se desplaza hacia arriba en la cavidad torácica.
Todos nacemos con el conocimiento de cómo involucrar completamente el diafragma para tomar respiraciones profundas y refrescantes. Sin embargo, a medida que envejecemos, perdemos el hábito. Todo, desde las tensiones de la vida cotidiana hasta la práctica de “aspirar” el estómago para tener una cintura más esbelta, nos anima a cambiar gradualmente a una “respiración torácica” más superficial y menos satisfactoria.
Volver a aprender a respirar desde el diafragma es beneficioso para todos. La respiración diafragmática (también llamada “respiración abdominal” o “respiración del vientre”) favorece el intercambio completo de oxígeno, es decir, el intercambio beneficioso de oxígeno entrante por dióxido de carbono saliente. No es de extrañar que este tipo de respiración ralentice los latidos del corazón y pueda reducir o estabilizar la presión arterial.